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Cómo gestionar conflictos en un equipo

Escrito por Minding | 20/05/25 12:17 AM

El conflicto en los equipos no es señal de debilidad, es una evidencia de que las personas tienen ideas, puntos de vista y pasiones distintas. Lo importante no es evitar los conflictos a toda costa, sino aprender a gestionarlos con inteligencia y madurez para convertirlos en oportunidades de crecimiento.

¿Por qué surgen los conflictos en el trabajo?

Los conflictos laborales son fenómenos naturales en cualquier entorno donde hay interacción humana. De hecho, según un estudio de CPP Global (Workplace Conflict and How Businesses Can Harness It to Thrive, 2021), el 85% de los empleados experimenta algún nivel de conflicto, y el 29% afirma enfrentarlos frecuentemente.

Estos conflictos tienen múltiples causas, y conocerlas permite prevenirlos y abordarlos con mayor efectividad. Algunas de las más comunes:

  • Choques de personalidades y egos (49%): Las diferencias individuales y las confrontaciones de ego.
  • Estrés laboral (34%): Las presiones y tensiones en el entorno de trabajo.
  • Carga de trabajo excesiva (33%): Cuando los colaboradores sienten que tienen más tareas de las que pueden manejar.
  • Liderazgo deficiente (29%): La falta de dirección clara y efectiva por parte de los líderes.
  • Falta de honestidad y apertura (26%): La comunicación inadecuada y la percepción de deshonestidad que destruye la confianza.
  • Problemas con los supervisores directos (23%): Las tensiones entre los colaboradores y sus supervisores inmediatos.
  • Roles poco claros (22%): La ambigüedad en las responsabilidades y expectativas.

5 Estilos para gestionar conflictos

Thomas y Kilmann desarrollaron un modelo que identifica cinco estilos de manejo del conflicto, dependiendo del nivel de asertividad (defender tus propios intereses) y cooperación (considerar los intereses del otro).

Aquí los explicamos con ejemplos prácticos y cuándo usar cada uno:

1. Colaborar (Alta cooperación, alta asertividad)
    “Yo prefiero esto, ¿tú qué prefieres?”

Ideal cuando se desea alcanzar un resultado en el que ambas partes ganen y la relación es importante. Requiere tiempo, comunicación abierta y escucha activa.

Ejemplo: Dos pares discuten recursos compartidos y buscan una solución creativa que maximice el impacto para ambos equipos.

🚀 Herramienta útil: Técnica de “intereses detrás de las posiciones” (buscar el por qué detrás del qué).

2. Armonizar (Alta cooperación, baja asertividad)
    “Haremos lo que dices y listo.”

Se aplica cuando la relación es más importante que el resultado. Útil para evitar tensiones innecesarias o cuando sabes que el otro tiene más experiencia.

Ejemplo: Cedes en una discusión de estilo en una presentación para no tensar una relación clave.

⚠️ Si siempre armonizas, puedes invisibilizarte.

3. Confrontar (Alta asertividad, baja cooperación)

    “Lo haremos de esta manera.”

Cuando el tiempo apremia, hay mucho en juego o se requiere firmeza. No es malo en sí, pero debe usarse con conciencia.

Ejemplo: Tienes que decidir rápidamente una estrategia ante una crisis.

🚀 Herramienta útil: Técnica de comunicación asertiva DESC (Describe, Expresa, Sugiere, Consecuencia).

4. Evitar (Baja cooperación, baja asertividad)

    “¿Conflicto? ¿Cuál?”

Útil cuando no es el momento ni el lugar o cuando el tema es irrelevante. Puede dar tiempo para enfriar emociones o pensar mejor una respuesta.

Ejemplo: Evitas responder un correo conflictivo de inmediato para reflexionar antes de actuar.

⚠️ Si evitas siempre, el problema puede escalar.

5. Comprometer (Intermedia cooperación y asertividad)

    “Te propongo algo, yo hago esto y tú esto.”

Es un acuerdo parcial que permite avanzar, aunque ninguna parte obtenga exactamente lo que quiere. Muy útil cuando hay que tomar decisiones rápidas sin romper la relación.

Ejemplo: Dos equipos con necesidades opuestas dividen recursos a la mitad para avanzar.

🚀 Herramienta útil: (¿qué mínimo necesita cada parte para sentir que gana?)

Recomendaciones para gestionar conflictos con madurez

  • Practica la escucha empática. Muchas veces el conflicto persiste porque nadie se siente escuchado.
  • Haz preguntas en vez de asumir. Pregunta: “¿Qué es lo que realmente te preocupa?”
  • Gestiona tus emociones antes de reaccionar. Estar emocionalmente estable transmite calma y perspectiva.
  • Pon foco en el objetivo común. ¿Qué es más importante? ¿Tener razón o lograr resultados?
  • Entrena a tu equipo en resolución de conflictos. No todos lo saben hacer y se puede aprender.

Recursos que transformarán a tu equipo

Como sabemos que la gestión constructiva de conflictos es el segundo escalón en la Pirámide de Equipos de Alto Desempeño, tenemos que darte herramientas y justamente la que acabamos de lanzar es:

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Ya sea que lideres un equipo o formes parte del área de talento, este material está diseñado para ti. No solo entenderás qué hace funcionar a un equipo, sino que descubrirás cómo llevarlo a la acción, con herramientas concretas para trabajar cada dimensión, incluido, por supuesto, cómo transformar los conflictos en aprendizajes compartidos.

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Porque creemos que el conocimiento debe ser compartido, especialmente si tiene el poder de construir culturas más humanas y equipos más efectivos.